Maria Mac Lean - Fotógrafa

La verdad, no me hace falta describir mucho el trabajo de María, de su vasta creación le pedí una selección que retratara las crines de los caballos que son perfectas y el juego que hace con naturalidad, con sus canas. No necesito decir más porque es mejor leerla a ella misma. Ahí va:

Mi niñez supo estar rodeada de álbumes de fotos tomadas en formato medio. También de proyecciones de slides. Más tarde, de fotografías que mi madre nos hizo mientras practicábamos deportes con una 35mm.

Y así arranqué: robándole la cámara y haciendo algunos tiros a mi gran pasión: caballos.

Cuando cursaba mi primer embarazo recibí una reflex de regalo para el día de la madre. Desde entonces, no paré. Empecé a retratar a mis hijos en su día a día o practicando sus deportes.

Soy una aficionada de la fotografía. De robar un instante efímero y convertirlo en eterno.

Y me cuestiono en cada foto si se puede inmortalizar un sentimiento. ¿Se puede registrar la incertidumbre? ¿Cómo gritar que hasta mi pelo a veces tenga ganas de llorar?

Mis fotografías anhelan lo inasible: compartir la soledad. ¿Adónde drenar la incertidumbre de la vida cuando el horizonte no se alcanza a ver? ¿Dónde queda el amor en una imagen? ¿Qué sentido tiene la vida sin el otro? ¿Estamos muertos en vida sin el otro?

Y así aparece la naturaleza contenedora en el alma de un animal que me acompaña a caminar mi soledad.

Ping Pong de preguntas y respuestas:

1) Influencias: el manejo del claroscuro de Rembrandt, pintor que amaba mi abuela materna.

2. Libro: El ruido y la furia, william Faulkner; película: Glück; un disco: muchos; un fotógrafo: muchos.

3. Proyectos: deshacerme de todos los bienes materiales para reinvertirlos en viajar por el mundo haciendo fotos. Casi una utopía.

T.T